Al igual que tener un piano, no le convierte a uno en pianista, el tener un hijo, no le convierte a uno en madre o padre, si no se adquiere la responsabilidad de ese cuidado y educación necesario.
Las escuelas de madres y padres son espacios de formación donde adquirimos habilidades para educar a nuestros hijos e hijas, de una manera nueva, para fomentar un sano desarrollo de su mente y sus emociones y además disfrutar de nuestra labor educativa, cambiando la mirada de lo que es educar.